Control Neoleucinodes elegantalis


El gusano rosado o gusano pasador del fruto (Neoleucinodes elegantalis), es la especie que presenta la mayor dificultad para su control en altitudes inferiores a 2000 metros sobre el nivel del mar o en zonas donde se ha cultivado continuamente esta especie hortícola.  Desde agosto de 2002  se ha realizado evaluaciones, validaciones y  ajustes en las metodologías de control y en el empleo de bioinsumos logrado bajar los daños promedio en fruto cosechado del 37% al 3,7%. La regulación de este problema entomológico se fundamenta en el parasitismo de huevos por Thichogramma exiguum, llegando a liberar hasta 16.000 pulgadas por hectárea por ciclo, desde el inicio de la floración y durante las 4 semanas siguientes a dosis de 4.000 pulgadas por hectárea por semana; durante el  año 2015 se disminuyó la dosis de este parasitoide a la mitad, registrándose un incremento de daño en 1,35%, porcentaje bajo, no obstante se registró un aumento de los daños en el ciclo 28 en el 2016, posiblemente por efectos negativos del clima como fuertes lluvias o falencias con la eclosión o erradas liberaciones realizadas por operarios del predio o que tenga alguna relación con la ocurrencia de eventos cíclicos  pues aparecen aumentos de daños cada 5 ciclos, comportamiento un poco difícil de determinar hasta el momento.  Durante el ciclo 30 de 2016, los ciclos de 2017 y 2018 no se realizó liberaciones de dicho parasitoide, encontrando incremento mínimos en daños, lo que sugiere la existencia de un equilibrio de poblaciones, sin embargo, se registra incremento progresivo a medida que aumenta los ciclos de siembra (ver gráfica, daño promedio de fruta en 15 ciclos de cultivo).  La liberación total -aproximada- de dicho parasitoide durante 13 años en el predio La Divisa, Manizales, fue de unos 22 millones de individuos si cada pulgada cuadrada que se adquiere comercialmente posee 3000 individuos, según Amaya Navarro en 1998.



El uso de trampas con feromonas producidas industrialmente y trampas con hembras vírgenes (40 por ha), no ha sido muy efectivo para la regulación, puede emplearse como monitoreo de la plaga. Es de anotar que su uso contra Tuta absoluta  (cogollero del tomate) si ha sido efectivo como método de control.  Para el control de estos insectos se ha integrado y ajustado el uso de extracto puro de ajo ají (alta concentración, superior al 95%) empleando dosis entre 0,18 y 0,6 L/ha, extracto concentrado de 7 plantas alimenticias o medicinales  a dosis entre 0,6 y 1,8 L/ha, Bacillus thuringiensis  a dosis de 0,6 kg/ha, en rotación o mezcla de hongos entomatógenos,  (Metarhizium anisopliae, Paecilomyces lilacinus, Beauveria bassiana), a dosis entre 1,2 y 2,4 kg/ha.


Todas estas herramientas se rotan con la eliminación de fruta afectada al momento de iniciar la madurez fisiológica de los primeros frutos, aunado a un deshoje cuando inicia las recolecciones y su respectivo pisoteo pues una gran cantidad de larvas usan las hojas del cultivo para el proceso de empupado, estas dos estrategias han dado un excelente resultado en el manejo integrado de esta especie fitófaga.


El empleo de trampas con plásticos fotoselectivos más adherente no son efectivas para la regulación del gusano rosado o pasador; generan un  efecto atrayente sobre especies benéficas por lo cual no se usan actualmente ni se recomienda como herramienta de control.

Las aplicaciones semanales de extractos solos o en mezcla con los microorganismos, previene eficientemente las infestaciones de las plagas, aunque no se ha podido determinar con precisión el efecto específico sobre Neoleucinodes elegantalis. Las coberturas vivas o plantas acompañantes, han favorecido los procesos de control de los insectos fitófagos, posiblemente por un equilibrio en el medio de cultivo y por los efectos de repelencia de los extractos que pueden convertir a las plantas acompañantes en una fuente de alimento alterno al cultivo y sumado a la función de hospederas de insectos benéficos. 



Desde el año 2011 se ha efectuado un seguimiento detallado a los daños en fruta cosechada, evaluando cada fruto durante la recolección, la clasificación y en la poscosecha en 22 de los últimos 24 ciclos de siembra.  A continuación se muestra el promedio por ciclo de daños en fruta cosechada para 15 ciclos de cultivo en el predio La Divisa, del municipio de Manizales, graficando los logros en el control el ha llegado a disminuir desde el 37,41% (2011-2012) hasta el 3,7% en el año 2017 y se observa el incremento de daños por ausencia del parásito oófago Trichogramma exiguum durante los últimos cuatro ciclos de cultivo. 

DAÑO PROMEDIO DE FRUTA EN 15 CICLOS DE CULTIVO:   




En la siguiente gráfica se registra los daños promedio durante las diferentes recolecciones encontrando que existe una alta población del insecto fitófago al inicio del cultivo y una segunda reinfestación la cual proviene de los frutos que inician maduración, unos tres meses después del trasplante, etapas que se convierten en momentos claves para la regulación de las poblaciones. Las 8 primeras recolecciones representan unos 55 a 60 días, periodo que encaja con la duración del ciclo del Neoleucinodes es cual está entre 51 y 59 días.  El ciclo entre flor abierta y fruto maduro es de unos 48 días aproximadamente según las condiciones del predio la Divisa, Manizales (altitud entre 1600 y 1700 metros sobre el nivel del mar).




La si siguiente gráfica puede reflejar los efectos de malos controles con el uso continuo e indiscriminado de pesticidas de síntesis química y las erradas metodologías para la regulación del pasador del fruto Neoleucinodes elegantalis, en predios cercanos a los cultivos agroecológicos, como la no eliminación de fruta afectada pues los agricultores tradicionalmente dejan la fruta infestada en el campo lo cual causa reinfestaciones en los cultivos aledaños o cercanos por la nuevas poblaciones de adultos que cumplen su ciclo de pupa en las hiervas.   Para el control de esta especie en cultivos convencionales se usa dos o tres moléculas diferentes con aplicaciones semanales en climas relativamente fríos y dos aspersiones por semana en zonas cálidas, lo que causa una alta carga de pesticidas en el cultivo, el aire, el agua, el suelo, las frutas a cosechar y los operarios. Datos de dos ciclos de cultivo con 14 recolecciones de fruta madura, cada ciclo con una liberación de avispas parasitoides oófagas (Trichograma exiguum), a dosis de 2200 pulgadas por hectárea, baja por presentar altitud por encima de los 2000 metros. 






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